Seguro que llevas bien tus tareas diarias. El desayuno a las siete horas, en coche al trabajo entre las ocho y las ocho y media. Llegas a la oficina, reunión con tu equipo, café a las diez y media y comida a la una. Pero como reaccionas a los imprevistos? Que pasa cuando de repente tienes que modificar tu agenda y añadir nuevas tareas que no estas acostumbrado a gestionar?


Hay ocasiones, tanto en el ámbito laboral como en el ámbito familiar, en las que necesitamos revisar nuestras rutinas y encargarnos de tareas y gestiones nuevas, que hasta el momento no sabiamos por donde pillar.
Pueden ocurrir eventos inesperados. Una visita de ultima hora de un primo nos obliga a salir antes del trabajo para acompañarle de turismo y aprovechar el tiempo con él. Una enfermedad improvisa de un colaborador hace que debamos gestionar sus tareas sumándolas a las nuestras. Un viaje que nos surge improvisamente, de golpe nos pone patas arriba los planes de la semana. En mi caso, recientemente hemos tenido que gestionar en familia un curso de Yin Yoga que mi esposa ha tenido que atender desplazándose lejos de casa durante casi dos semanas. He tenido que ocuparme de mi trabajo y de las demás tareas familiares que normalmente compartimos, y por supuesto sin dejar nada descuidado y al azar.
Afortunadamente hay métodos para salir del impasse, gestionar la emergencia y evitar el estrés a pesar de los cambios que estos nuevos planes nos obligan a asumir.

Los pasos para gestionar cualquier imprevisto.
Primero: respira hondo y analiza la situación. No te dejes sobrepasar por el pánico, solo conseguirías empeorar las cosas.
Debes adelantarte a los posibles problemas y sobre todo hacerlo sin estresarte y sin generar estrés en quien tienes alrededor. Te aconsejo hacer tres cosas: Analizar, Planificar, Ejecutar (recuerda: A, Pe, E). En este mismo orden, te permitirán realizar un plan de emergencia a medida para ti y tu situación! Te ayudarán a organizarte en caso de imprevisto!

Analizar.
Siempre hay que comenzar con una análisis exhaustiva de las circunstancias. Pocos minutos serán suficientes para evitarte problemas y percances inesperados que te harían perder tiempo y te sacarían de quicio.
Analiza la situación: hazte una lista de todas las tareas que deberás realizar. ¡Todas! No te dejes ninguna, aunque te parezca que algunas no tienen importancia, debes de incluirlas todas en la lista. Usa el modelo que te dejo con este enlace, un papel y un lapiz, una app e tu móvil o un documento de Word, según te sientas mas cómodo. Recuerda de ir apuntando en negro las tareas habituales y en rojo las que llamaremos de emergencia. Estas ultimas son las que te han pillado de sorpresa y que no estas acostumbrado a manejar. Ahora para cada tarea establece si es imprescindible o si la puedes retrasar y en este caso apúntate quien será la persona con la que negociar el retraso.
Analiza los recursos: para cada tarea, tanto negras como rojas, indica a quien puedes pedir ayuda o bien puedes delegarla. Hazte estas preguntas: ¿que necesito para la tarea? ¿Quien me puede ayudar? ¿La puedo delegar?
Analiza la tarea: No des nada por sentado. Reflexiona sobre cada tarea en profundidad. Pregúntate ¿como es de importante? ¿Que pasaría si me la saltará? ¿Puedo hacerla de forma más sencilla?
Toda las respuestas que des a estas preguntas te ayudarán a entender mejor las tareas y las posibles soluciones que tienen.

Planificar:
Una vez tengas la lista con la panorámica de todas las tareas, empieza a eliminar las prescindibles, las que puedes delegar y retrasar. Ponlas todas en otra lista y contacta quien debas para avisar del retraso.
Ahora prepárate una agenda donde aparezcan todos los días del plan de emergencia. Usa este modelo, una libreta, una pizarra o el calendario del móvil, como te sea más eficaz. En esta agenda ve poniendo las tareas imprescindibles e indica entre paréntesis los recursos que has identificado como útiles. Encargate de que aquellos recursos y herramientas que indicas estén disponibles en el momento en que te hagan falta. Entra al detalle de la planificación: los tiempos y los materiales necesarios. No dejes nada a la improvisación.
Contacta con antelación las personas que te pueden ayudar y dales tiempo de organizarse a su vez. Consigue los materiales y las herramientas que te sirvan de auxilio, asegúrate de que este todo en su sitio en el momento en que lo necesites.
Solo una minuciosa planificación te evitará problemas.

Ejecutar
Esta es la parte más difícil Una vez tengas la agenda actualizada con las tareas habituales, las de emergencia y los recursos, debes de ejecutar el plan sin excepciones, sin improvisar y tachando las tareas conforme las vayas realizando.
Es importante: la base de este método se basa en pensar una vez sola y emplear tu cerebro para actuar en el día a día con eficiencia y creatividad sin cargarte de tener que recordar recado tras recado.
Si comienzas a improvisar, cambiar y adaptarte 'sobre la marcha' entonces el esfuerzo habrá servido a medio. Seguirás estresandote y dejaras algo atrás.
Revisa todas las mañanas tus planes, y si necesitas cambiar algo hazlo, pero solo en ese momento de revisión. no pongas en discusión los planes continuamente o será contraproducente.

Por ultimo, no subestimes sar algo detiempo para ti: un libro, algo de ejercicio, una sesión de meditación. Algo que te haga sentir mejor. Aunque aparentemente te haga perder el tiempo te servirá para mantenerte energético y estar centrado.

Puedes profundizar tus conocimiento de gestión de tareas con el método Getting Things Done -GTD-, un libro sin duda útil para reflexionar sobre tu forma de resolver a corto y largo plazo.
Sobre Yin Yoga puedes encontrar información en Wikipedia.org y también puedes consultar la web de una prestigiosa escuela que tiene cursos también en España Mindful Yoga Academy.com

Photo Credit Pexels.com



Massimo Brotto es un profesional del sector de la energía.
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